lunes, 8 de diciembre de 2014

Reseña Magia a la Luz de la Luna, de Woody Allen

-Se me nublan mis impresiones mentales...
-¿Se refiere a cúmulus o a cirros?

Deliciosa y ligera, Woody Allen ofrece con Magia a la Luz de la Luna una comedia de enredos clásica y encantadora.





Director: Woody Allen.
Intérpretes: Colin Firth, Emma Stone, Marcia Gay Harden, Jacki Weaver, Eileen Atkins, Simon McBurney, Hamish Linklater, Erica Leerhsen, Jeremy Shamos.
Año: 2014.
Duración: 97 min.
Género: comedia romántica, años 20.

Sinopsis: En la Francia de los años 20, durante le época dorada del jazz, Stanley (Colin Firth), un mago inglés, está decidido a desenmascarar a una falsa médium (Emma Stone). Esto desencadenará una serie de hechos mágicos que sacuden la vida de los protagonistas y que harán que Stanley se cuestione su razón y visión de la realidad.


No siento ninguna vergüenza en admitir que aún no he visto, según la opinión de la mayoría, dos de las mejores películas de Woody Allen, Manhattan y Annie Hall, aunque espero hacerlo pronto. Por eso quizás no sepa en profundidad lo que desentraña Woody Allen, lo que es en sí. De todas formas he visto lo suficiente como para saber que el director y guionista más excéntrico que hay lo vale, en una medida o en otra, pero su cine es especial, mágico. Esa palabra que podemos ver en el título de esta, su nueva película, es una de sus claves en su filmografía. En todas se respira algo sobrenatural que las hace muy especiales; yo siempre siento al final de cada una un regustillo extraño, a veces es amargo, pero muchas otras es dulce, y en todos los casos, divertidos y encantadores. Y eso es quizás una de las cosas que más me gustan de Allen; de una forma u otra, sus finales, sean felices y comiendo perdices o no, son mágicos.

No podía ir a ver Magia a la Luz de la Luna pensando que me encontraría otra Midnight in Paris. Primero porque no se puede volver a hacer una película como esa que me impactara y enamorara tanto como lo hizo (quiero pensar que Allen volverá a hacer algo así, pero cada vez que la vuelvo a ver más me cercioro de que puede que no sea así), y segundo porque habría sido una injusticia por mi parte esperar algo así y salir desilusionada de la sala. Así que hice bien en no tener unas expectativas desorbitadas, porque gracias a ello he disfrutado de esta película, adorable y divertida toda ella. Quizás no sea uno de sus mejores guiones, uno de los más chispeantes, brillantes y desternillantes, pero goza de muchas otras buenas cosas que atrapan, enganchan y por lo que se hace de querer con facilidad.

Una de esas cosas es su reparto, encabezado por Colin Firth y Emma Stone como ''chica Allen'' (quien repetirá en su próxima película, cabe decir). La relación entre sus personajes recuerda mucho a la que había en las películas de Cary Grant y Katharine Hepburn; no tan llevados al extremo, pero se nota que toman mucho de ellos. Empezando por el cabecilla masculino, necesito, ME URGE, que Colin Firth vuelva a trabajar con Woody Allen; me haría inmensamente feliz volver a verle en una de sus películas. El encanto natural tan pasmoso que tiene Firth es digno de admirar en todas partes, pero en el habitat natural de Allen ha sido una revelación pura y divertidísima. Él es el que se lleva los mejores chistes, y es una gozada ver cómo los lleva a cabo en un personaje que se toma tan en serio a sí mismo y cuya razón es la única razón que puede existir. Me esperaba lo mejor de él y me ha dejado encantada. Emma Stone, preciosa, natural... ella misma. Una pena el doblaje español, falto entonación, chocante, pero dejando eso aparte y centrándose en ella, en sus ojos y en su sonrisa, enamora. Su papel de médium está muy bien interpretado, pues el ''talento'' que se requiere para actuar como tal lo parodia a la perfección. De fondo tenemos a otros miembros del reparto tan destacables como son Simon McBurney, Jacki Weaver (un personaje muy disparatado y genial) y Eileen Atkins, que también tiene escenas en las que se luce con su parte del guión.

Los otros elementos que hacen lucir a Magia a la Luz de la Luna de la forma como luce es primero el vestuario. Para mi, el mejor, más despampanante, precioso y acertado de una película de Allen. Junto con el ambiente y la escenografía, es muy fácil impregnarse de esos años 20 en el sur de Francia. Simplemente magnífico. La banda sonora, como era esperar de una de sus películas, es maravillosa; sólo hace falta decir que suena en varias ocasiones el primer movimiento de la Novena Sinfonía del gran Beethoven y ya podéis imaginar que el resto es igual de sublime. La fotografía (repite Darius Khondji como director de fotografía, con quien Allen ha trabajado en sus dos últimas películas y trabajará en la siguiente) es muy clásica, situándonos en la época; muchos tonos amarillos y brillantes pero con mucho color, mucha fuerza, una paleta preciosa. Creo que esta película desentraña más de lo que a simple vista es; para descubrirlo hay que verlo, averiguar cuál es la verdadera magia del asunto. Woody Allen no decepciona, por lo menos a mi, se diga lo que se diga, y como bien he mencionado arriba, es posible que no sea uno de sus guiones más prodigiosos, pero sigue siendo suyo, sigue siendo Woody Allen. Y ese final, tan sencillo, sorprendente y sí, mágico, es la prueba.


No lo olvides: Unos gags cómicos hilarantes, una fotografía y una música maravillosas y un vestuario precioso; la unión entre Woody y Colin es muy interesante, ojalá se de en alguna ocasión más en el futuro.
Olvídalo: Quizás no sea el guión más chispeante del director y guionista, algo desigual, pero se disfruta igualmente de la película.

En conclusión: Hay quien dice que Woody Allen está cada vez más alicaído, que no es el que era. Yo, mientras me siga sacando más de una carcajada, me deje pasmada con la fotografía de sus películas y me haga sonreír con su banda sonora, le seguiré adorando. Con Magia a la Luz de la Luna ha hecho todo eso, he disfrutado su película, ¿para qué más?

 NOTA: 8'5/10

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