miércoles, 23 de abril de 2014

Reseña Noé

Él lo destruye todo, pero sólo para volver a empezar.

Aronofsky ha sabido darle vida y su visión personal a una historia bíblica de tal envergadura. Noé es imponente, espléndida, fantástica, atrapa de principio a fin y es un gran y muy atractivo ejercicio artístico.






Director: Darren Aronofsky.
Intérpretes: Russell Crowe, Jennifer Connelly, Emma Watson, Anthony Hopkins, Ray Winstone, Logan Lerman, Douglas Booth, Marton Csokas, Nick Nolte, Mark Margolis.
Año: 2014.
Duración: 138 min.
Género: cine épico, drama bíblico.

Sinopsis: Los pecados humanos han llevado al mundo a la desolación y la desesperación. Noé (Russell Crowe), un hombre pacífico y devoto que sólo desea vivir tranquilo con su familia, recibe una importante misión divina: construir un arca para salvar a los inocentes, los animales, del inminente diluvio que arrasará la tierra. Noé es avisado de este desastre con el mismo sueño cada noche: muerte por agua, vida nueva en la Tierra.


Si el cine de Darren Aronofsky resulta tan atractivo es por su visión de las cosas, por sus pequeñas pero significativas marcas de la casa y por lo magnifico que es el conjunto que crean los elementos de sus películas a todos los niveles, desde el principio hasta el fundido en negro. Noé respira, no se ahoga (no he podido evitar el chiste), y fluye durante las dos horas veinte minutos que dura. La tierra, sumida en una penumbra devastadora, está gobernada por hombres malvados y corruptos. Sólo Noé es el más sabio y cercano a Dios que hay, él y su familia. Con una serie de visiones, sueños que se repiten cada noche, Noé sabe que Dios le está hablando, y que un inminente diluvio arrasará la tierra. Debe construir un arca, donde albergará a todos los animales, aves y sierpes, los llamados inocentes de la tierra. El problema llegará cuando los descendientes de Caín, liderados por Tubalcaín, intentarán apoderarse del arca y sobrevivir al diluvio.

En el principio, no había nada. Es sorprendente el enfoque que Aronofsky le ha dado a una historia de la que hasta ahora no ha habido una versión seria, una versión dramática, teniendo en cuenta que esta historia se puede considerar como el primer aviso de fin del mundo para los cristianos, un fin del mundo del que a partir de la muerte de los impuros, la tierra se purificaría y nacería vida nueva, sana y buena. Esto es uno de los factores que el director intenta transmitir, unas pinceladas en un gran y basto cuadro lleno de apuntes bíblicos, de palabras literales de la Biblia que se hacen imágenes, llenas de belleza, verdad y mucho significado, y de unos personajes que por fin podemos verlos con seriedad, podemos verlos como lo que fueron, personas de carne y hueso. Se sabe, tanto los creyentes como los que no, que el Antiguo Testamento es más bien un conjunto de historias, enseñanzas que se transmitieron de generación en generación como historias con moraleja, el principio de lo que luego sería una gigantesca forma de pensamiento religioso. Pero Aronofsky ha querido no hacer un cuento infantil, como se lleva viendo esta parte de la historia de la cristiandad desde hace siglos (y desde hace años en el formato cinematográfico y televisivo), sino que ha querido otorgarle su correspondiente seriedad, una profundidad que quizá sólo él y su forma de concebir y transmitir su cine podría haber hecho de forma tan magistral, tan bien planteada y por consiguiente tan bien presentada.

La tierra se ha convertido en un basto, desnutrido y extenso campo sumido por la destrucción y egoísmo de los Hombres. La muerte está presente allá donde los descendientes de Caín han osado poner el pie, aunque todavía hay límites que ni ellos se han atrevido a cruzar. Este lugar en particular es donde descansan los Vigilantes. [POSIBLE SPOILER] Los Vigilantes son ángeles que accedieron a ayudar a Adán, Eva y sus descendientes cuando Dios expulsó a los hombres del Paraíso. Dios, enfadado con los ángeles por desobedecerle y prestarle ayuda a aquellos que a los que Dios desterró, los castiga, haciendo que caigan sobre la tierra. Los ángeles son envueltos en barro, y cuando este se solidifica alrededor de sus cuerpos puros y luminosos, se convierten en roca, y son incapaces de volar y volver al lado del Padre. Se convierten en Vigilantes, grandes figuras de roca fuertes que están de parte del hombre. Los descendientes de Caín se vuelven contra ellos y destruyen a muchos Vigilantes, pero Matusalén consiguió salvar a varios de ellos en una cruenta batalla. Esperarán años y años a que Dios les perdone y permita volver con él. En la película, uno de ellos ayudará a cruzar el valle desolado de los Vigilantes para llegar a la montaña de Matusalén, y luego los demás se unirán a Noé al ver que Dios le ha hablado y tiene una importante misión para él. Sin duda una de las escenas más conmovedoras de Noé es cuando los Vigilantes protegen el arca de Tucalcaín y sus hombres, quienes consiguen entre todos acabar con los gigantes de piedra. Los Vigilantes se libran de su cáscara de roca cuando son destruidos y no mueren, sino que ascienden de nuevo al cielo como lo que fueron antaño: haces de luz pura [FIN SPOILER]. Los Vigilantes son una de las libertades que se toma Aronofsky, el detalle fantástico de esta historia, y ha sido uno de los aspectos más criticados. Pero a mi me parece idóneo introducir a unos elementos tan presentes en la cultura cristiana como son estos personajes. Tendrán un papel importante en el desarrollo de la historia y ayudarán a Noé en la construcción del arca.

Al querer presentar a Noé como alguien real y próximo, nos encontramos pues con un Russell Crowe con el que siempre se puede contar para hacer un papel lleno de personalidad y peso. De pequeño Noé fue testigo de la corrupción del hombre, y de lo peligrosos que eran los descendientes de Caín, ruines, malvados y sedientos de sangre y poder, por lo que supo que esa no era la vida que llevaría él, y que sería un hombre recto y cercano a Dios. Ya como adulto, es un hombre lleno de gracia a ojos de Dios: es bueno, respeta la vida (los animales no son comida, sino creaciones de Dios inocentes que son cazados y devorados por los Hombres, los descendientes de Caín), quiere a su familia y protege lo que le importa. Siendo el único hombre que todavía respeta y tiene presente en su corazón a Dios, este decide advertirle de la catástrofe que asolará la tierra. Aronofsky presenta el milagro que es que Dios se presente ante alguien de la tierra y le hable no con una voz que sale del cielo, sino de manera más sobrenatural pero a la vez más real (como digo más abajo, el director pretende acercar a todos la historia de Noé, por lo que hay elementos que los que no son cristianos verían más fantásticos, como es que Dios le hable a Noé, que unas visiones o sueños premonitorios). Los sueños de Noé hacen que se pongan en marcha él y su familia, y viajarán por la desolación que es la tierra para buscar consejo en Matusalén. A su vez, huirán de los Hombres, caníbales descendientes de Caín.

Russell Crowe es una aportación a la película importantísima, no porque sea el protagonista, sino porque la forma en la que encarna a Noé es fabulosa y muy real. Los sueños le hacen ver que Dios tiene al enorme en mente para con los Hombres, y se da cuenta de que él es el único capaz y el elegido de hacer esta tarea. Construye el arca con la ayuda de su mujer, hijos y los Vigilantes. Los animales (factor importante en la historia con la que Aronofsky se ha moderado; van llegando, pero no tendrá mayor relevancia, y no le quitarán tiempo a la evolución de Noé y los suyos, que es lo que más importa en esta adaptación) van llegando, continúa su tarea y hace todo lo que se le ordena. Pero el cansancio que lleva consigo el construir una embarcación tan descomunal, y su propia visión de los acontecimientos, de la destrucción de la tierra y la corrupción del ser humano le hace comprender que quizá él y los suyos no sean tan inocentes como los animales que transporta en el arca, viendo maldad y fallos en él, su mujer y sus hijos. Aquí se da un importante cambio psicológico en el personaje. [POSIBLE SPOILER] Esta interpretación de su personalidad, lo que le lleva a su forma de actuar cuando termina la tarea y el arca encuentra tierra: ''Noé se dedicó a la labranza y plantó una viña. Bebió el vino se embriagó, y quedó desnudo en medio de su tienda'' llega a tener mucho sentido, porque lo que ha hecho en el arca, cuando cree que ni siquiera él y su familia merecen vivir y tienen que morir cuando encuentren tierra, le hace sentirse sucio y deshonrado, ya que cree que no ha interpretado bien las señales de Dios y se ha dejado llevar por su propio juicio, cuando en realidad Dios quería que él y los suyos se salvaran por estar llenos de gracia y ser bueno y honrosos (en la película claro está vemos fallos en los personajes, tal y como dice Noé, por lo que él actúa como actúa) [FIN SPOILER]. Crowe transmite todo esto de una manera muy intensa y con mucho realisma. Su actuación es fantástica.

La familia de Noé está compuesta por Naameh, su mujer, y sus tres hijos, Sem, Cam y Jafet. A ellos se une Ila, la única mujer de uno de los hijos de Noé. Jennifer Connelly se encarga de ser la mujer de Noé, una mujer fiel que ama a sus hijos y a su esposo, a quien le hará caso y ayudará en todo lo posible para la creación del arca. Su gran amor por los suyos es lo que hace que veamos a Naameh como la más sensible de todos, alguien que lucha y razona cuando sabe que las cosas no van por buen camino, siempre con la palabra y la razón por delante. Jennifer Connelly se enfrenta una vez más, como ha hecho en varios papeles de su carrera, a un personaje lleno de emociones y muy profundo, una mujer sufridora, y lo hace de manera perfecta y emotiva; Sem está interpretado por Douglas Booth, el mayor de los hijos de Noé, un chico fuerte y valiente guiado por sus deseos; Logan Lerman se encarga de ser Cam, el mediano, lleno de curiosidad pero también codicioso; el pequeño Leo McHugh Carroll es Jafet, el menor de los hijos de Noé y Naameh, un chico obediente y que quiere agradar a los demás; y por último Ila, a la que Noé y los suyos encuentran y salvan cuando es pequeña y que se une a la familia como una más y esposa de uno de los hijos de Noé, y está interpretada magistralmente por Emma Watson.


Como veteranos nos encontramos a Anthony Hopkins como Matusalén, abuelo de Noé, que vive en una montaña y que ayuda a Noé a interpretar sus sueños, y en general prestará servicio de alguna forma a su familia. Su aportación es reducida, pero creo que justa y necesaria, sin excederse en su intervención en el film; y luego está Ray Winstone, que interpreta al villano en función, Tucalcaín, descendiente de Caín, un hombre cruel que ansía sobrevivir al diluvio que está por llegar, por lo que crea un ejército e intentará apoderarse del arca. Quizá hace de un villano bastante típico, pero si lo miramos de otra forma, representa de nuevo la tentación, esa perversa tentación que siglos atrás reptaba sobre su vientre e hizo que Adán y Eva fueran expulsados del Edén: la serpiente. En general, el panel de secundarios que vemos en Noé es muy completo, está bien construido y bien interpretado por sus respectivos actores, le dan fuerza y valor a los bases de la película y no retrasan el avance ninguna de las sub-historias personales de cualquiera de ellos.

Todo el trabajo técnico y directivo de la película es asombrosamente único y de sobresaliente. Darren Aronofsky dirige nuevamente una película con toda la maestría y el poder que tiene, y se deja llevar por la fascinación que siente por el personaje que es Noé. Para llenar los huecos que deja la Biblia, como diálogos y los sentimientos de los implicados ante lo que están viviendo y haciendo, se han consultado numerosas fuentes religiosas, históricas y expertas, dándole más sentido y uniformidad a los personajes y a la historia, además de introducir lo que cualquier película necesita: un villano (metafóricamente el mal está en la Biblia representado de muchas formas, siempre presente, pero en el formato cinrmatográfico hay que llegar a otros parámatros y enfocar las cosas de otra manera, y a pesar de eso, aquí se ha sido muy fiel y se le ha dado sentido a toda la historia que conlleva la descendencia de Caín y Set). En la Biblia no se dan detalles de cómo Noé construye el arca y cómo van llegando los animales; Darren ha creado entorno a esto una historia, el desarrollo de todo el proceso, cómo se vieron implicados él y su familia, creando (junto al co-guionista Ari Handel) un drama familiar intenso y fascinante. Hay detalles dados en la Biblia [POSIBLE SPOILER] ''Vio Cam, padre de Canaán, la desnudez de su padre, y avisó a sus dos hermanos [...] Cuando despertó Noé de su embriaguez y supo lo que había hecho con él su hijo menor, dijo: <<Maldito seas Canaán, siervo de siervos sea para sus hermanos [...] y sea Canaán esclavo>>''. Cuando Cam se marcha al final de la película, podemos interpretar esto aunque no se cuente, ya que a pesar de que Noé sabe que se ha portado mal con ellos, su hijo en cierta manera le odia y debe irse, aunque en la película se puede interpretar también como que Cam se marcha por su cuenta y por el rencor que le tiene a Noé [FIN SPOILER] que se pueden interpretar en la película de otra forma, pero eso sólo recalca el sentido que se le da y con el que se rellena a los personajes. La interpretación que se le puede dar a los personajes es libre, ya que en la Biblia no hay diálogos hasta que el arca encalla en tierra, por lo que el guión es una pieza magnífica, compleja y muy coherente, una interpretación de lo podría haber ocurrido en todo aquello muy respetuosa.

Estéticamente la película es maravillosa. Aronofsky tiene una percepción visual muy bella, una interpretación de los elementos excepcional. Fiel a las citas ''Hazte un arca de maderas resinosas, de cañizo y calafateas por dentro y por fuera con betún [...] y a un codo la rematarás por encima, pones la puerta del arca en su costado y haces un primer piso, un segundo y un tercero'' se diseña para la película una estructura de enormes magnitudes y exactamente igual a la descripción bíblica. Para los animales se ha recurrido a lo que llamo sentido común: los animales no eran en la Antigüedad como son hoy en día, por lo que en Noé podemos ver animales más prehistóricos, distintos y con otras características física más diferentes de lo que son ahora, por lo que aquí se da lo que es la evolución del ser vivo (como el perro-armiño; es algo completamente concebible. [POSIBLE SPOILER] Otra cosa que me ha gustado es como se ve a Adán y Eva, como entes luminosos de luz; al ser creados a imagen y semejanza de Dios, se da a entender que es difícil darles un rostro y unas características físicas personales [FIN SPOILER]. En tema de música, Clint Mansell, creador de otras bandas sonoras para películas de Aronofsky, crea una fondo musical excepcional, emotivo y muy potente; se respira cierto aroma a antiguo, con una instrumentación más percusionista y con cuerdas y voces que le da a todo el conjunto una sensación de divinidad. La fotografía es espléndida y absorbente, repleta de belleza, no me esperaba menos de Matthew Libatique (Cisne Negro, Réquiem por un sueño); colores intensos y llamativos; planos extraordinarios; juego de sombras y primerísimos planos muy atractivos.

Para terminar, recalcar que Noé es fiel, es muy fiel. Nada más que se han cambiado algunas cosas para que la historia encajase y se han rellenado los huecos que la Biblia deja vacíos, para darle al film su lógica argumental, pero momentos significativos, detalles, metáforas, imágenes y palabras siguen ahí, presentados de otra forma, pero están ahí. Son las típicas nimiedades, los típicos cambios que se hacen para encajar todas las piezas que conforma una película para que no esté manga por hombro. Cierto es que Aronofsky se ha tomado alguna que otra libertad, [POSIBLE SPOILER] como la piel de la serpiente, que se puede entender como el recordatorio y a la vez la alianza del primer pecado del ser humano por dejarse tentar por el demonio hecho serpiente, y la piel de serpiente es un emblema, el aviso de que no hay que olvidar el gran primer fallo del hombre. Y los Vigilantes, que a mi personalmente me han fascinado [FIN SPOILER]. Con respecto al cómic, que aunque le eché una rápida ojeada y me gustó bastante, no puedo pronunciarme, pero siendo de Aronofsky no creo que haya mucho que declarar negativamente hablando. Sólo que próximamente espero tenerlo en mis manos. En profundamente respetuosa, y eso es algo que para la sensibilidad de muchos es muy importante. No entiendo las innumerables críticas y censuras.

Este tipo de cine, el religioso, además de que yo personalmente lo recomiendo tanto a gente que cree como a los que no (porque a fin de cuentas es cine, y si está bien hecho, todo lo que podamos consumir es bien recibido y es una gozada), es un cine a los que especialmente la gente creyente debería ir con ojos menos críticos, con una mentalidad más abierta. ¿Cuándo se ha sido fiel a algo, al cien por cien, en el cine? Contadas veces. Y la Biblia no se salva a este hecho. Creo que el trabajo realizado de Noé puede ser calificado de casi perfecto; es un material casi fidedigno, respetuoso, con una estética absorbente y bella, y todo mostrado con mucha humildad y sinceridad por un realizador sensible a lo que está narrando, fascinado desde pequeño por este personaje del Génesis y que pretende y consigue acercar a cualquier tipo de público esta historia de la cristiandad.


No lo olvides: Lo poderosa que es la fotografía junto a una música que pone los pelos de punta;  la narración que hace Noé de la Creación y sus sueños premonitorios; Russell Crowe está magnífico, y junto a él una Jennifer Connelly sufridora y fantástica; la narración, tanto en imágenes como los diálogos, es potente, es impactante, y está muy bien construido el desarrollo de la película; es muy equilibrada en todos los sentidos; a pesar de que muchos critican esto, para mi sus elementos fantásticos son uno de sus puntos fuertes.
Olvídalo: El villano resulta falto de carácter y originalidad; demasiado típico, y es insulsa y poco bien planteada y mal explorada su relación con el personaje de Logan Lerman; la última escena de Anthony Hopkins, aunque divertida, está un poco fuera de lugar.

En conclusión: Noé es espléndida, entretenida, emotiva, de grandes magnitudes pero a la vez humilde, con una maravillosa visión musical y fotográfica, muy bien interpretada y excelentemente dirigida por un realizador que sigue fiel a sus características en lo que es un proyecto tan arriesgado.

NOTA: 9'75/10

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