domingo, 30 de marzo de 2014

Reseña Dallas Buyers Club

Una vez que tienes el virus, estás casado con él.

Bajo una dirección más bien de aprobado, lo más sobresaliente de Dallas Buyers Club son las interpretaciones de McConaughey y Leto.





Director: Jean-Marc Vallée.
Intérpretes: Matthew McConaughey, Jared Leto, Jennifer Garner, Steve Zahn, Dallas Roberts, Denis O'Hare, Griffin Dunne, Kevin Rankin, Lawrence Turner.
Año: 2013.
Duración: 117 min.
Género: drama biográfico, basado en hechos reales.

Sinopsis: La película se basa en la vida de Ron Woodroof (Matthew McConaughey), un cowboy de rodeo texano, drogadicto y mujeriego al que en 1986 le diagnosticaron SIDA y le pronosticaron un mes de vida. Empezó entonces a tomar AZT, el único medicamento disponible en aquella época para luchar contra tan terrible enfermedad, el cual era más perjudicial que beneficioso, por lo que decide salir de Estados Unidos a diferentes países y continentes para conseguir los medicamentos que tanto él como otros necesitan.


Basándose en hechos reales, la historia gira entorno a Ron Woodroof, un misógino, homófobo, mujeriego y amante de las drogas y el alcohol que trabajo como electricista y es cowboy de rodeo texano. Tras desplomarse y despertarse en un hospital, los médicos le pronostican treinta días de vida; se le diagnosticó SIDA. Despreciando los consejos de los médicos y no acepto tal destino, sigue con su despreciable vida, pero pronto se rinde y empieza a medicarse. Tal rendición será corta, y al ver que el medicamento que él cree necesitar sólo le empeora, decide tomarse la medicina por su mano e ir a donde haga falta para conseguir los medicamentos necesarios, montando así su propio club de compradores de medicinas. Porque lo que él recetaba no era ilegal; solamente no estaba aprobado.

Correcta, fascinante, sincera, con la que uno se puede identificar. Creo que así es como mejor se describir lo que es Dallas Buyers Club. Quizá de las candidatas a los últimos Oscar sea de las más modestas en aspectos técnicos y de dirección, pero sus interpretaciones principales masculinas le dan un increíble y soberbio peso a la película. Sin duda es lo más destacable, ese magnetismo entre Matthew McConaughey y Jared Leto, los dos enormes en papeles que muy merecidos se tienen sus estatuillas (aunque sigo prefiriendo un poco más a DiCaprio que a McConaughey, todo ha de ser dicho). Jean-Marc Vallée tiene un aprobado en dirección. Es sencillo, sabe mostrar al público lo esencial, sin introducirse excesivamente en el drama para no resultar fácil ni pedante, pero tampoco se arriesga demasiado, se mantiene en una línea segura. Quizá esa repulsión por la pedantería es lo más favorable de su dirección. Con un tema tan escabroso como es el VIH, el SIDA, la gente que lo padece, la cantidad de historias tristes y profundas que llegan a albergar, Vallée es directo, también es profundo, pero sólo cuando más se necesita, y no necesita sermonearnos ni ponerse demasiado sensiblero para convencernos. Técnicamente la película también es bastante fina y sin excesos. La fotografía de Yves Bélanger es sencilla, sin planos destacables, pero que convence; muestra la sinceridad de sus personajes, su complejidad y su esencia. Música country, de rodeo, bastante en armonía con el contenido, pero que no dice demasiado, quizá un tema o dos sean los que más destaquen. El maquillaje excelente, digno merecedor también de su correspondiente Oscar. En resumidas cuentas, lo mejor y de lo que más se debe hablar sobre Dallas Buyers Club es del elenco interpretativo.

Como protagonista tenemos a un total antagonista. Un hombre rudo, sin escrúpulos, maleducado, mujeriego, alcohólico, drogadicto, homófobo, misógino, todo un ejemplo de lo que no debemos tomar como ejemplo. Se podría decir que se busca él solito aunque sin quererlo el tener el VIH, aunque no es algo que se le desee a nadie. Un demacrado físicamente Matthew McConaughey se mete en la piel de tal sujeto en una interpretación soberbia, sólida y muy convincente. Woodroof es un tipo que no debe caernos bien, pero conforme avanza la historia, su proceder, su forma de ver las cosas y de actuar ante ellas nos hace verlo con mejores ojos. La enfermedad le hace entrar en razón, le hace mejor persona. No sólo emprende la búsqueda de medicamentos no aprobados para su propio beneficio, sino que cuando ve que el AZT es basura que mata más que ayuda, se alía con Rayon, un travesti que también tiene la enfermedad, para hacer un club y vender los medicamentos. El Gobierno le pondrá más de una traba, pero él, siendo fiel a su persona y a los principios que se han arraigado en su interior tras aceptar la enfermedad (aunque sin dejar de luchar en ningún momento contra ella) no se dará por vencido. McConaughey nos obsequia con momentos duros, los primeros de su personaje, para pasar a otros conmovedores, como cuando se rompe por primera vez al aceptar que está enfermo y puede morir, y también espirituales, como el abrazo místico entre él y las mariposas, una de sus medicamentos. Es un papel muy difícil, lleno de muchísimas emociones y sentimientos, y mientras que Tom Hanks nos ofreció una visión de la enfermedad tierna pero a la vez fuerte e inquebrantable en Philadelphia, McConaughey se impone como uno de los grandes en estos últimos premios ya pasados con un papel totalmente diferente, la de un hombre despreciable pero cuya visión de la enfermedad, el ''nada puede con Ron Woodroof y voy a hacer todo lo posible para que no me joda antes de que yo le de permiso'' y sus actos lo convierten, a ojos del espectador, en alguien mejor.


La principal razón por la que Woodroof experimenta tal cambio y por el que mejora como persona se debe a Rayon, un travesti y con lo cual alguien sucio e inmundo para Woodroof. Esto hace que el cambio sea tan importante y sorprendente. Aunque al principio le cueste aceptar que Rayon sea su socio, se crea una amistad y un compañerismo entre ambos admirable, dándose momentos tan significativos para Rayon como son el del supermercado y ese abrazo con el que no se pretende emocionar (aunque lo haga), sino mostrar un momento de rendición por parte de ambos hacia el otro. Jared Leto demuestra que no sólo es maquillaje y una dieta extrema. Irradia arte por cada uno de sus poros, sus gestos, sus contoneos, sus bromas, sus discursos, sus toques de humor negro, su mirada y sus labios. Es una actuación sublime. Leto está curtido en papeles secundarios en los que destaca tanto como uno principal, y con Mr. Nobody ya demostró que puede ser tan buen principal como otro, pero aquí se sale. Es una de las interpretaciones más destacables y mejores del 2013. Jared Leto es sin duda lo mejor de Dallas Buyers Club, es el alma de la película, más incluso (para mi) que McConaughey, y estoy realmente orgullosa y feliz de sus premios por su papel en esta película.

Para finalizar, hay que hablar del conjunto de secundarios, encontrándonos a actores de la talla de Denis O'Hare (uno de mis actores de la pequeña pantalla favoritos por su aportación a True Blood y American Horror Story) que es un placer verle siempre donde sea y como sea, Steve Zahn y la más importante de todos, Jennifer Garner, una doctora que ya desde un principio se opone a las farmaceúticas por su campaña a favor del AZT y que termina por ver que la obra de Woodroof en contra del hospital y del Gobierno es mucho más justo aunque ilegal. Es otro de los apoyos de la trama y del personaje de McConaughey. Vuelvo a repetir que lo más destacable de Dallas Buyers Club es su reparto, pero a eso hay que añadir cómo se ha plantado y enfocado una historia tan cruda, que se ha hecho de una manera muy coherente, sincera y directa, algo por lo que merece la pena recomendarla.


No lo olvides: Matthew McConaughey y Jared Leto, la química que hay entre ambos y el magnetismo en pantalla que crean; la escena del supermercado y el proceso que podemos ver en el cambio de pareceres de Woodroof, un sobresaliente McConaughey.
Olvídalo: Podía haber sido una producción más destacable en otros campos y no sólo en el de interpretación.

En conclusión: Una película amena, tenaz e inteligente. Es una película que narra una historia dolorosa y que no tiene miedo de llevarla al público de manera arriesgada y hosca, albergando en su interior mucha sinceridad, drama y personalidad.

NOTA: 8'5/10

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