viernes, 17 de agosto de 2012

Reseña Rock of Ages

Es como una máquina que escupe tres cosas: sexo, música heavy, y...¡sexo!

Rock of Ages. ¡El rock no ha muerto!





Director: Adam Shankman.
Intérpretes: Julianne Hough, Diego Boneta, Russell Brand, Paul Giamatti, Catherine Zeta-Jones, Malin Akerman, Mary J. Blige, Alec Baldwin, Tom Cruise.
Año: 2012.
Duración: 123 min.
Género: Musical, comedia.

Sinopsis: Sherrie (Julianne Hough) abandona Oklahoma para buscar suerte en el mundo de la música en Los Ángeles. Allí conocerá a Drew (Diego Boneta), quien le ayudará a conseguir trabajo en el Bourbono, la meca del rock. Por otro lado, Patricia Whitmore (Catherine Zeta-Jones) comienza un lucha contra la perversión que supone para la sociedad el rock y su dios, Stacee Jaxx (Tom Cruise).


Un musical, que tenga un buen reparto que te puede sorprender porque no sabías que ciertos actores cantaran y del que sabes que sus canciones van a ser alucinantes es obligatorio verlo. Rock of Ages es un buen ejemplo. Llena de rock and roll de la que me considero gran fan, sabes que te divertirás viéndola. Lo que más le sube la nota a esta película, que puede resultar normalita, es Tom Cruise y la estupenda banda sonora.


Adam Shankman nunca se ha alejado de su lado musical. Fiel afiliado a la serie Glee, ya dirigió en su día el vistoso y entretenido remake de Hairspray. Ahora, sustituye los 60 para adentrarse en una música totalmente diferente y llena de potencial, los 80 y su delicioso, explosivo y excitante rock. La película está muy bien montada y rodada. Pero lo que importa, siendo un musical, es la coreografía y la música. Pues bien, la coreografía puede resultar un poco plana y monótona. En una película de rock, no busco a muchos bailarines haciendo lo mismo o pasos que estén acordes unos con otros. Quiero marcha, quiero gente dando botes y andando mientras cantan, tal y como hace Russell Brand al principio, y eso es lo que mola. Pero aquí lo que vale es el espectáculo y el movimiento, así que de vez en cuando no viene mal una coreografía a lo grande, aunque en este caso no sean memorables. Sobre la banda sonora, sólo puedo decir que es sublime. Añadiéndole algunas baladas un poco empalagosas para mi gusto (las cantadas por Hough y Boneta, para qué os voy a mentir, [POSIBLE SPOILER] porque I want to know what love is y Can't fight this feeling no tiene nada de malo [FIN SPOILER]), es una banda sonora llena de ritmo, sensualidad y mucho rock and roll. Son versiones muy bien defendidas. Sin duda las más meorables son las cantadas por Tom Cruise. A la película le falta el toque guasón que tiene el musical original, pero en las tablas de un teatro te vales de los movimientos y el carácter para que el público se sienta atraído al espectáculo. El cine en cambio da más juego y no hay que exagerar tanto, pero no le faltan los puntazos de la mano de Tom Cruise y Russell Brand.

No nos engañemos. Si queríamos ver Rock of Ages era no sólo por la música, sino por Tom Cruise. ¿Cruise cantando? ¿Bailando? ¿Con tatuajes? ¿Con pantalones de cuero? Vamos, eso no se lo quiere perder nadie. Y leí por ahí que Tom cantaba mal. Bellacos, eso es lo que sois, por mentir. Tiene un registro increíblemente amplio, potente y con muy buena afinación. Es el que más alma le da al Rock of Ages. Sin duda lo mejor de la película. El auténtico rockero que parece haber perdido el norte, sumido en chicas y alcohol, y el cual, al estar tan embriagado por estos dos aspectos, pasa olímpicamente de salir al escenario. Está en sumido en su mundo, y hasta resulta frustrante el tiempo que se toma para hacer las cosas, pero al espectador le encantará esa actitud por lo natural y creíble que lo hace Tom Cruise. De caminar lento, de palabras sueltas que si esperas unos segundos las enlaza con otras y forma frases, algunas de ella incoherentes...todo ello hace un conjunto que hasta resulta sexy y erótico, y más para las fans que se derriten ante los encantos de un famoso cantante de rock melenudo que convierte el sexo en uno de los mayores placeres y artes. Sin duda hasta a mi, que Tom Cruise sólo me pareció atractivo en El último samurái, me atrae locamente. El poder del rock. ¿Y es que quién no se siente atraída a un Tom, Cruise que te canta I want to know what love is (o cualquiera de las canciones que hace, por decir un ejemplo) mientras te quita la ropa? Una actuación formidable.


Sin duda la que menos me ha convencido ha sido Julianne Hough. Tampoco es que la trama ayude mucho: chica mona huye de su ciudad natal para mudarse a la grandiosa LA y triunfar en la música. El tema está rayado hasta la saciedad. Pero no es sólo la falta de personalidad en el personaje lo que me tira para atrás, sino que esto se trata de un musical, y la actriz tiene voz, pero no la explota. Se limita demasiado, y cuando tiene que llegar a las notas más agudas llega, pero se queda corta, cuando podría dar más. Diego Boneta, su pareja en la ficción, da bastante más, además de que tiene potencial rockero 100x100. Es la peculiar pareja de un musical: jóvenes, enamoradizos, que tienen sus rifi rafes, pero que al final serán felices y comerán perdices. De todas maneras en esta pareja el que más pone de su parte musicalmente es Boneta. Su voz es impresionante y sorprende, aunque en actuación esté un poco plano.

Los personajes más vacíos de la película para mi son Paul Giamatti y Mary J. Blige. Él, representante del gran Stacee Jaxx, cazatalentos a los que más tarde arruinará. Se podría decir que es el malvado del show. Paul Giamatti no es mal actor, es más, lo considero un buen actor de reparto, pero esta vez no ha tenido suerte. Por otro lado está Mary J. Blige, directora de un club de striptease que acoge a la pobre Sherrie y la ayuda a ganar algo de dinero. Lo mejor que tiene es su vozarrón, pero es otro personaje que no es atractivo en ningún aspecto. Vacío.


Malin Akerman, una de las mejores de la película y cuyo personaje no ha sido explotado hasta la saciedad. Reportera de la Rolling Stones, queda prendada del cuero y los tatuajes del potente Stacee Jaxx (y quién no), aun poniendo resistencia. Tiene una voz suficiente para defender temazos a la perfección y es buena actriz. No sé por qué no le han dado unos cuantos planos y canciones más. Catherine Zeta-Jones está tan radiante y esplénduda como hace diez años en Chicago. No ha perdido su talento para moverse ni para cantar. Princesa bella y puritana, mantiene un ferviente odio hacia el rock y a Stacee Jaxx, a los que considera demoníacos y una mala influencia para la sociedad. Catherine es una gran actriz que da mucho juego y no decae en ningún momento de la película. Incluso evoluciona, no se mantiene en un único lugar, aunque su línea argumental y los motivos por los que actúa son bastante predecibles.

Russell Brand y Alec Baldwin, la pareja de actores más atractiva de la  película, con permiso de Cruise y Akerman. Son divertidos, cantan bien (Alec tiene una voz entre el rock and roll y el country. Impresionante) y sus personajes tienen un fondo argumental muy interesante [POSIBLE SPOILER] además de que ya al principio tienen una entrada espectacular participando junto a otros en Nothin' but a good [FIN SPOILER]. Respectivamente, son el ayudante y el encargado del Bourbon, un lugar donde reina el rock, el sexo, el sudor, la música a todo meter, las potas y las copas gratis para las mujeres. Russell Brand ya tiene un buen historial musical, y en Rock of Ages no puede dar menos. Tiene el look más rockero de todos (Tom Cruise sea queda con el look más sexy). Debería plantearse ir siempre así, porque le favorece bastante. Estoy a favor de que Luís Posada le haya doblado, le va muy bien. Divertido y dedicado al Bourbon, Lonny ayuda todo lo que puede a Dennis, un Alec Baldwin melenudo y con barba de tres días, que le da también un toque divertido a esta pareja tan singular.


No lo olvides: La pareja de Russell Brand y Alec Baldwin. Tom Cruise es puro espectáculo. Te deja sin habla su puesta en escena. Sin duda la banda sonora es sublime y llena de energía. Unas versiones muy buenas. 
Olvídalo: El típico musical con su típico argumento,  pero la música y los focos te hacen olvidar el detalle argumental. Julianne Hough, una muñequita de trapo sin fondo emocional y cuya voz no proyecta todo lo que podría. El personaje de Malin Akerman podría haerse explotado un poco más, porque es bastante interesante. El enlace de varios cantantes en sitios diferentes para conectarlos emocionalmente de alguna forma no me ha gustado en algunas canciones.

En conclusión: Un divertido musical con un reparto exceptional y una banda sonora con la que no pararás de bailar, cantar y sobre todo motivarte. No podrás evitar enamorarte de Stacee Jaxx.

NOTA: 7'5/10




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