lunes, 7 de mayo de 2012

Ninja Gaiden 3, análisis

La semana pasada cayó en mis manos un título que estaba esperando desde hacía tiempo, Ninja Gaiden 3 y en concreto su versión de Play Station 3 que tiene funcionalidades extra como el manejo con Move. Sigueme en este análisis y descubre como es la primera (y espero que última) entrega de Ryu sin su creador original.




Desde el renacimiento de la saga en 2004 en Xbox hemos acompañado al shinobi Ruy Hayabusa en tres entregas numeradas y en varias entregas con mejoras llamadas Sigma, así como una aventura diferente en Nintendo DS. La historia de la mayoría de entregas se divide en actos cuyo jefe final marca el final de cada acto, la nueva entrega está dividida en días, 8 días para ser exactos en los que nos vemos inmersos en una situación que no hemos buscado pero que debemos solucionar por el bien del mundo.

La historia que en principio es simple se va ''enrevesando'' y acaba siendo más simple y predecible de lo que parecía en un principio. Somos avisados de un ataque terrorista en Londres por el gobierno japones, parece un golpe de estado pero en realidad los terroristas nos quieren a nosotros. Tras una breve escena inicial de QTE vemos una escena creada con el motor del juego donde se nos pone en situación. De pronto aparecemos en lo alto del Big Ben y bajamos planeando hasta el suelo, sin alas y sin nada, planeando ''a cuerpo desnudo''. Una vez en el suelo comenzamos el combate contra numerosos enemigos y, cuando por fin hemos acabado se nos presenta algo distinto, un soldado se rinde y nos pide clemencia. Dudo, ya que no me lo esperaba y decido dejarle vivir. Me quedo sin pulsar ningún botón pero al rato me doy cuenta de que es inutil, tengo que matar a ese soldado.

Esa es la primera vez que se nos presenta algo diferente pero con las mismas consecuencias para el enemigo durante el resto de la aventura. Tecmo ha querido dotar al personaje de sentimientos, sentimientos que intentan magnificar durante el resto de la aventura pero que se nos hacen vacios, no son creibles y no podemos tomar decisiones, todo está marcado.

Es cierto que la historia comienza mejor que en aventuras previas dandonos la sensación como he dicho de que sería un punto fuerte que sumaríamos al resto de habituales de la saga, pero nada más lejos de la realidad.

Lo segundo que sorprende, para quien no haya estado muy puesto en las noticias, es el tema de los desmembramientos. Si, no necesitamos, al menos yo, ese nivel de violencia de la pasada entrega, pero era un toque de realismo que los fans agradecimos mucho ya que daba ''gusto'' desmembrar a los enemigos con la espada dragon o las garras, verlos arrastrandose sin piernas o con solo un brazo en su intento incesante de acabar con nosotros. Ahora Tecmo ha optado por suprimirlos porque según ellos no hacen falta para mostrar crudeza en el combate. Es cierto, hay sangre por todos lados pero tras disfrutar las mieles del motor de la segunda entrega es algo que echamos muy en falta.


Siguiendo con el combate, tenemos un combate muy sencillo, con cuadrado y triangulo ejecutamos movimientos fuertes o más débiles pero fluidos. Con los gatillos tenemos la opción de usar nuestro arco con flechas explosivas y con circulo la opción de lanzar kunais, algo que es inecesario durante la aventura ya que no sirven para nada. Esas son todas las armas que tendremos a nuestra disposición, aunque se ha lanzado un DLC que añade el báculo y las garras a las armas y es gratuito. Tambien tendremos el Nimpo, donde invocaremos cuando nuestra barra se llene haciendo ataques a un poderoso dragon que mermará y desmoralizará a los enemigos dandonos la oportunidad de ejecutarlos sin más. El otro variante de ataque es un super ataque cuando nuestro brazo, o espada, se ponga de color rojo brillante, donde apretando triangulo Ryu destrozará a una serie de enemigos cercanos.

Hablando de enemigos, tenemos nula variedad, hay cuatro tipos de enemigos que irán cambiando de traje durante la aventura pero cuyos movimientos son los mismos: basicos, fuertes,especiales y a distancia. También encontramos los clasicos enemigos finales pero con menos imaginación que nunca ya que se repiten en varios niveles. 

Uno de los aspectos característicos de la saga, la endiosada dificultad también desaparece. La aventura se puede empezar directamente en el nivel más dificil de los tres disponibles. Tendremos Héroe, estrenado si no me equivoco en la entrega de PS Vita y con la que podremos usar el MOVE, normal y dificil, cuya diferencia es la resistencia de los enemigos y su efectividad, ya que los ataques o la puntería son los mismos. La barra de vida se regenera sola tras cada combate, no hay items y da igual la dificultad, tras cada combate o tras cada uso del nimpo se rellena la barra de energía haciendo que la estrategia quede en un segundo plano ya que entre combate y combate estaremos como nuevos. El punto de guardado en esta entrega es un halcón, que saldrá tras un par de combates y también llenará nuestra barra de vida.

La aventura es lineal, no hay toques de exploración, se trata de ir del punto A al B derrotando a las oleadas de enemigos, desquiciantes no por la dificultad, sino porque siempre es lo mismo, llegamos al final del acto, tendremos una escena de video y un enemigo final, fin del día, nueva escena de video y a repetir. El juego se puede pasar en un dia o dos tardes, es muy corto pero se hace muy pesado, cuesta horrores terminarlo ya que es monotono hasta la saciedad.


Tambiñen sentimos que ha perdido la identidad, es un simple mata mata y hay veces que no sabemos si jugamos a God of War, a Metal Gear Solid 4 o Dino Crisis. Los escenarios son reciclados de Dead or Alive, Metal Gear Solid 4 y Dino Crisis, supongo que al ser japoneses se los pasan de unos a otros, escenarios vacios y en los que no dejaremos huella.

Graficamente el juego es muy, muy parecido al 2, más carga poligonal y a lo mejor más suavidad durante todo el juego pero no ha cambiado un ápice. El mayor agraciado es Ryu, sin embargo no hay ni iluminación dinamica ni sombras sobre el personaje y tampoco tendremos una sensación de ''peso'' al estilo de GTA, donde sentimos que estamos creados para el mundo y no que el escenario está construido para nosotros. La cámara se comporta y busca el plano más espectacular durante los combates. También encontramos algo que no será del agrado de nadie  casi nadie, hay demasiadas escenas en tiempo real, pero siempre la misma combinación.

El sonido roza el aprobado, la banda sonora pasa desapercibida, los efectos FX son correctos y los traductores rallan el cinco justo, el mismo para todos los enemigos, las mismas frases durante toda la aventura y doblaje sin carisma para los personajes principales. En la edición española he notado que los subtitulos a veces no concuerdan, o no traducen literalmente lo que dicen en inglés o está mal puestos, por ejemplo ''el'' en lugar de ''le'' u ''on'' en lugar de ''no'', es un detalle muy pequeño pero que suma y sigue,

Una vez terminada la aventura tendremos la sensación de haber logrado algo importante, no tirar el mando por el desquiciante aburrimiento. Además tendremos modos online (con su correspondiente pase online).  Podremos jugar con otros personajes en una batalla de clanes, donde controlaremos a los personajes principales o a editados por nosotros, también tendremos un modo ''campaña'' alternativo que podremos jugar de forma cooperativa donde la dificultad es algo más elevada.

Para concluir, la verdad es que no tengo nada más que decir, suelo se muy objetivo pero este juego es un despropósito, lo único que tengo que decir es: Itagaki, te echo de menos.

Lo mejor:

Diseño de enemigos finales.
La enorme satisfacción al acabar el juego.
Historia interesante...

Lo peor:

...aunque vacia.
Parece un videoclip hecho juego.
No hay variedad en la aventura.
Dificultad nula, al igual que la IA.
Persojanes sin ''fondo''.
No hay desmembramientos.
Poca variedad de enemigos finales.
El tema de los sentimientos podría haber dado más de si.

Nota: 3

Un saludo y agradecimientos a Metro.


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