jueves, 17 de mayo de 2012

Análisis Syndicate

Starbreeze, los genios que nos han regalado Las Crónicas de Riddick y la primera parte de The Darkness vuelven a escena con un reborn del original que vió la luz de mano de otro mítico estudio, Bullfrog en 1993. Bullfrog fue un estudio inglés que se fundó en el 87 de mano de Peter Molyneux y nos ha dejado hasta su cierre juegos tan especiales como Popoulous, Theme Park World, Theme Hospital y el propio Syndicate.

Hoy ese nombre vuelve a salir a la palestra de la mano de otro gran estudio y de la única forma que podía regresar estando en la época en la que estamos: siendo un shooter en primera persona.

Descubre el análisis completo en el interior.


Como puede apreciarse en el siguiente vídeo el Syndicate original podría considerarse el precursor de Grand Theft Auto, vemos entornos vivos, medios de transporte en movimiento y una cámara cenital parecida a la de la saga de RockStar.



Yo no he tenido la suerte de jugar demasiado al original, he podido disfrutarlo viendo a mi padre jugar siendo yo un mico pero nada más, por eso hacer este análisis será algo más facil ya que no tengo una idea de lo que esta nueva entrega debería haber sido o si es (como se dice por ahí) muy inferior al producto original, por tanto la nota no estará condicionada por una supuesta comparación con aquel juego del '93.

Los chicos de Starbreeze no pierden el tiempo y una vez pulsamos el botón de nueva campaña y tras una breve introducción nos vemos inmersos en la acción, al igual que en el primer The Darkness donde sin comerlo ni beberlo nos veíamos en la parte inferior de un descapotable con una escopeta pegando tiros a diestro y siniestro. La historia es sencilla y muy atractiva: nos encontramos en el año 2069 y el los politicos ya no pintan nada, el mundo está gobernado por multinacionales. La gente lleva chips en la cabeza, propiedad de esas multinacionales y todos estamos catalogados, los que no lo están directamente no existen. Somos un prometedor agente de una de esas multinacionales y estamos obligados a hacer lo que nos mandan, sin importar la moral, las bajas civiles ni el modo de cumplir el trabajo, solo importa que lo llevemos a cabo.


Tras la escena inicial muy a lo Command & Conquer, con mucho grafico, mucha tabla y mucha simulación de datos nos vemos atados en una silla mientras un tio con casco nos trabaja el estómago y la cara, con cada golpe nos vamos despertando y nuestro chip se va restaurando, es hora de atacar, ejecutamos a nuestro verdugo y nos desatamos. Es entonces cuando un elemento interesante entra en juego: cada objeto de la sala en la que estamos nos da información. mImaginad que estais sentados, mirais a vuestro alrededor y al lado de la lámpara veis un holograma que os dice el modelo, quien lo fabricó y el precio, así con casi cada elemento del escenario. Es algo que no afecta para nada a la jugabilidad pero que ayuda a meterte en situación, como tambien ayuda el hecho de que seamos conscientes de nuestro cuerpo por entero: miramos hacia abajo y vemos las piernas y brazos, giramos la cabeza y es suave, corremos y notamos un bamboleo, nos deslizamos por el suelo y vemos nuestras piernas por delante de nosotros, la sensación de estar dentro del personaje es fantástica, llevanso más lejos lo que sentíamos dentro de Jackie o Riddick, la lástima es que Kilo, como nos llamamos, no posea ni la tercera parte del carísma que los dos personajes anteriormente citados. Seguimos antando tranquilamente por unos apartamentos cuando de repente nos encontramos un escuadrón de élite que viene a por nosotros, nos hacemos con un arma y como no, lo primero que hago es dispararla, no una, sino dos o tres veces, ya que el sonido atronador y la respuesta del arma impresiona. Me acerco a una pared con la esperanza de que ocurra algo y ¡ahí está! Kilo recoge las manos, tenemos consciencia del entorno, son pequeños detalles que hacen, como he dicho antes que te metas de lleno en el juego. Seguimos andando y matando todo lo que se nos pone por delante hasta que caemos por un tejado de chapa y nos encontramos una doctora y un sillón parecido al´ánimus, pero una vez que nos sentamos pensamos ''joder, ES el ánimus'' y es que nos sujetan por las muñecas y dos paneles semitransparentes aparecen a nuestros flancos mostrando información sobre nosotros. Es en ese momento cuando el jefazo, dueño de una multinacional y por ende de nosotros entra, acompañado de Merit, un agente, presuntamente el mejor de la compañía. Nos piden, bueno, nos ordenan que vayamos de misión a una multinacional rival que está desarrollando un chip infringiendo patentes que nuestra empresa posee y lo proximo que sabemos es que estamos camino de Los Angeles. Las instrucciones son claras, debemos impedirlo y no importa si hay bajas civiles.


Durante la pantalla de carga aparece una escena simulada, similar a los tutoriales de assassins creed pero muy a lo matrix, con datos sin forma, por decirlo de algú modo, donde nos enseñan a usar el primer poder de los tres que tenemos a nuestra disposición. Estos poderes son gracias a nuestro chip, que interacciona con los chips enemigos haciendo que estallen para desorientarlos, confundirlos para que se suiciden o hacer que disparen al enemigo hasta que mueran o hasta que acabe con todos, para después suicidarse. El chip Darta, que así es como se llama, también nos da la posibilidad de ralentizar la acción y verlo todo más ''claro'', otra herencia de Matrix, pero a cambio claro está perdemos segundos de un temporalizador, que se irá recargando conforme matemos enemigos. La jugabilidad gana muchos enteros de diversión gracias a estos poderes, ya que si no sería un shooter más ya que las armas no son muy originales que digamos, ni en sus formas ni modos de disparo. Podremos alternar entre modo ráfaga o modo un disparo, pero una de las más ''originales'' es copia directa del Bullseye de la saga Resistance, donde marcaremos al enemigo, dispararemos y las balas se encargarán de seguirle.


La jugabilidad es muy suave, la disposición de las teclas es muy buena e intuitiva, no hará falta desplazar los dedos en ningun momento para elegir poderes, cambiar el modo de disparo o cubrirnos, si, cubrirnos en un shooter en primera persona. Cuando estemos agachados y nos acerquemos a una cobertura los chicos de Starbreeze han logrado que lo que en The Darkness fuera una ilusión aquí sea una realidad, pulsando el botón de apuntar desplazaremos nuestro cuerpo para sobrepasar la cobertura y disparar estando menos expuestos. Es un sistema que fundiona realmente bien y que no precisa que pulsemos un botón específico para pegarnos a la cobertura. Hay algún puzle que deberemos resolver oservando el entorno y usando los poderes del chip Darta, es un añadido para que no solo sea pasar puertas y matar, pero la verdad es que puede ser prescindible por completo ya que no son un reto, son como digo una manera de que no sea tan monótono, mal que tras la primera hora y media de las 8 que puede durar el juego sufriremos, ya que la historia no está lo explotada que podría estar y los personajes, escasos, que encontremos son demasiado planos, dejando a Merit al margen, ya que este frio asesino desprende carisma por los cuatro costados.


En témas visuales el juego cumple a la perfección. Está muy bien optimizado y corre perfectamente en el ordenador menos potente para análisis, un C2Q6600 con 4GB de RAM y una 8800 GTX, un equipo que tiene sus buenos 5 añitos pero que no sufre en absoluto. ´Graficamente es muy ''resultón'' mucho efecto Bloom, mucho desenfoque y un uso excesivo de deslumbramiento que acabará cansando. Las texturas son buenas y no hay caidas de Frames. Sin embargo el diseño no es bueno, da la sensación de estar jugando a Blade Runner o a Deus Ex, no es en absoluto malo, al contrario, pero no es original, el futuro podría haber dado más de si y no simplificarlo todo al excesivo uso de la publicidad en cada rincón, aunque claro, pega con una trama que nos pone en situación diciendo que las multinacionales gobiernan el mundo. Te sientes dentro de ese mundo pero con la sensación de haberlo vivido antes. Las animaciones son correctas y el tratamiento facial bastante bueno, aunque en personajes secundarios algo plano. Todos me parecen iguales tras L.A. Noire, que se le va a hacer.


En temas sonoros el producto es sublime, las melodias electricas no destacan pero acompañan sin molestar, pero donde se lelva la palma es en el doblaje (al inglés, con textos en español) con voces como Brian Cox, no hace falta decir nada más. El tratamiento de las armas es fatástico en temas sonoros, apetece disparar, disparos atronadores que un un subwoofer se disfrutan el doble.

En conclusión, Syndicate es un producto que ya has catado antes en películas o en otros juegos, pero aún esa falta de originalidad es divertido gracias a una fantastica jugabilidad y a una inmersión increible dentro de su mundo, aunque echo en falta un personaje con algo, simplemente algo de carisma que se ve superado continuamente por su compañero Merit. Es un juego corto pero que al contar con un multijugador independiente alargará su vida unas cinco horas. Es un multijugador cooperativo con misiones diferentes a las principales en las que tendremos que colaborar para poder avanzar. Da la sensación continua de que es un producto mimado pero que podría haber dado más de si, escenarios más detallados y menos clónicos, un personaje principal más elaborado y más variedad de armas y poderes, aun así es un titulo que divierte pero no espereis un Deus Ex, el producto con quien se puede comparar al tener una temática similar.



Lo mejor:
-Movimiento del personaje.
-Inmersión en el mundo que han creado.
-Multijugador divertido.
-Graficamente resultón.
-Doblaje.
-Sonido y FX.
-Optimización.
-Historia que empieza muy bien...

Lo peor:
-Pero que va perdiendo interés.
-Duración del modo campaña.
-Aburrido en algunos momentos.
-Poca variedad de armas y poderes.
-Podría haber dado más de si.

Nota 8


Agradecimientos: Metro.
Versión analizada: PC.






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